La gracia de Dios hacia los pecadores continúa en la historia de *Caín. Primero Dios advierte a Caín de que el pecado está “acechando a la puerta” y anima a Caín a dominar el pecado antes de que el pecado le domine a él (Gn 4:6–7). Cuando Caín mata a *Abel, Dios hace a Caín responsable del crimen, pero no lo destruye ni lo rechaza por completo. Se le da a Caín una marca protectora para que nadie lo mate. Se le preserva la vida y se marcha a vivir a la tierra de Nod, donde se pone de manifiesto la
Page 419